De citas y apropiaciones

En 1919 Marcel Duchamp inauguraba una de las vías más fructíferas del arte contemporáneo al colocarle barba y bigotes a una reproducción de la célebre Gioconda de Leonardo Da Vinci. Este gesto irónico e irreverente hacia la institución arte, abrió camino hacia operaciones como la apropiación, la intervención, la citación culta, el maquillaje y la adulteración de los originales museables, y trajo consigo la inevitable desacralización de las obras maestras del arte del pasado.

El mencionado ready-made de Duchamp, titulado "L.H.O.O.Q" (las iniciales del título leído rápidamente en francés, aluden a una frase prosaica: "ella tiene el culo caliente") era una operación muy sutil, pero plagada de sentidos ulteriores: profanar la belleza atemporal y cristalizada de uno de los íconos femeninos más famosos del mundo. Según Gérard Genette es este “gesto” el que constituiría en obra de arte conceptual: su carácter crítico, polémico, paradójico, provocativo y humorístico que acompaña al acto de exponer el objeto y la recepción del mismo.

Así los ready-made sentaron las bases del arte de concepto y dieron comienzo a la interminable estela de reenvíos, cruces, interdiscursividades, intertextualidades y resemantizaciones, de referentes visuales de la modernidad artística.

La cita, una de las maneras de interpretar el pasado en el presente que caracteriza a las tendencias internacionales postvanguardistas, se generaliza después de los años 80 en lo que Arthur Danto denomina “era posthistórica del arte”. En la posthistoria no hay condicionamientos filosóficos ni estilísticos, las estructuras narrativas anteriores se han gastado, no tienen un rol activo en la producción de arte contemporáneo. Hoy el arte es producido en un mundo artístico no estructurado por ninguna narrativa maestra (por lo tanto cualquier cosa puede ser obra de arte).

La nómina de apropiaciones y citas es abundante. Basta mencionar los casos de Rauschenberg, con su apropiación “De Kooning borrado” (1953), título que aclara la presentación de una hoja de papel borroneada, de un supuesto dibujo de De Kooning. Andy Warhol, cuando se apropió y modificó la iconografía aurática de "La Ultima Cena" de Da Vinci, para uno de sus ciclos serigráficos. Caso ejemplar es el de Mike Bildo, que a mediado de los 90 opera la apropiación con "Not Andy Warhol Brillo Box" y “Not Pollock” donde las "Brillo Box" de Warhol y el “action painting” de Jackson Pollock son resignificados desde el umbral de la contemporaneidad.




Micaela Santa María


(parrafo extraído de un trabajo de
investigación realizado en 2006)


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